que se filtra en nosotros como soplo de viento
la casa una vez llena de ruido y personas
hoy descansa vacía y añosa.
Cantan los pájaros sin que amanezca
el aire pesado en la garganta se queda
la niña no canta, el niño no llora
en cada rincón hay un eco que choca.
Tiembla el cristal de la misma ventana
que húmeda y fria se uso de pizarra
escribiendo un nombre borroso y olvidado
que nunca lo supo ni le hubiera importado.
Van sollozos de cañerías
junto a los fierros quejosos
el óxido y el musgo añejo
pasado el tiempo hay algo que queda
araña paredes
se niega y se aferra.
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